GANÁNDOSE UNA "Z"
Las escenas de violencia que se vienen sucediendo estos días en Cataluña están dando al nacionalismo y al socialismo la ocasión para mostrar su faz más repugnante. Siempre me he resistido, por higiene mental y por respeto a quien me lee, a hacer uso de figuras como esa de emplear una “z” en la palabra “nacionalista” y sus posibles combinaciones con “socialista” (en rigor, todos sabemos que el apócope más siniestro, el de la “z” amalgamaba exactamente esas dos nociones). Hay cosas con las que no conviene bromear. Y, sin embargo, hay quien está haciendo lo posible para merecer esa endemoniada “z”.
No es nuevo. Los representantes del PP, o las sedes del partido, vienen siendo objeto de ataques, físicos o verbales en todo el país, pero sobre todo en Cataluña –el País Vasco ya no es noticia- al menos desde la Guerra de Irak. Esto es repulsivo y condenable.
Pero tanto o más condenable es la muestra de comprensión, justificación, minimización, cuando no enaltecimiento de que algunos hacen gala. Se me dirá, claro, que esto tampoco es nuevo, que de toda la vida de Dios, en este país siempre ha habido hijos de puta –de hecho, los hijos de puta se han dado en nuestra tierra mucho mejor que cualquier otro cultivo-. Sí pero, ¿tantos?
En su momento, Rodríguez Zapatero, en lo que fue, quizá, el inicio de su viaje hacia la sima de la inmoralidad, se negó a condenar los ataques contra las sedes del partido de la oposición, en los días que fueron del 11 al 14 de marzo, jaleadas, entre otros, por quien hoy es su ministro del Interior. De esos barros, estos lodos.
Los que, tras musitar, más que una condena, un desapego, dicen que, en suma “el PP se lo ha buscado” deberían reflexionar un poco. Por ejemplo, viendo vídeos de Permach y compañía. Lamentar los “sucesos” y llamar la atención sobre sus “causas” es la táctica que, desde hace años, viene empleando Batasuna. En parte por eso es un partido ilegal y toda la Unión Europea reconoce como apéndice de una banda terrorista. No es de extrañar que algunos estén a partir un piñón con quien, en definitiva, cada día tienen más en común.
Los dirigentes políticos que se expresan en los términos anteriores –y hoy la nómina, de izquierda a derecha de comunión diaria, es legión- no merecen más que desprecio. No merece la pena extenderse en esto.
Sí merece la pena llamar la atención sobre lo que sucede en nuestras sociedades. La sociedad catalana aún está a tiempo de no caer en el pozo de inmoralidad en el que ya están otros y del que no parecen poder salir. En ese pozo se cae el día en que nos avenimos a convivir con las actitudes más antidemocráticas sin rechazarlas. Cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver la deriva de los acontecimientos, y ver adónde conducen. Cataluña está, por horas, perdiendo el crédito acumulado durante décadas como sociedad abierta y tolerante. De los catalanes depende que los demás sigamos creyéndolo –que es una sociedad abierta y tolerante- o que tengamos que resignarnos a haber vivido un espejismo. ¿Va la sociedad catalana a cruzar el Rubicón de la pérdida de la dignidad? Insisto, ese Rubicón se cruza el día que deja de importarnos la suerte de los más cercanos. El día en que el pesebre empieza a valorarse más que la democracia.
Dicen que provocan. Dicen que provocan, ¿por qué? ¿por qué dicen lo que piensan? Y si así fuere, incluso, ¿qué? Creen que el estatuto amenaza la unidad de España. Pues muy bien, ¿y? ¿Acaso no son una exigua minoría? Una exigua minoría que, por si acaso, hay que exterminar, a la que hay que reducir al silencio.
Al final, la violencia esconde siempre el miedo, la falta de confianza, la inseguridad, la impotencia. La violencia es, pues, el recurso del cobarde. La izquierda, el nacionalismo, son cobardes porque son impotentes. Incapaces de convencer, tienen que intimidar. Ahora, sí, se están ganando la “z”.
No es nuevo. Los representantes del PP, o las sedes del partido, vienen siendo objeto de ataques, físicos o verbales en todo el país, pero sobre todo en Cataluña –el País Vasco ya no es noticia- al menos desde la Guerra de Irak. Esto es repulsivo y condenable.
Pero tanto o más condenable es la muestra de comprensión, justificación, minimización, cuando no enaltecimiento de que algunos hacen gala. Se me dirá, claro, que esto tampoco es nuevo, que de toda la vida de Dios, en este país siempre ha habido hijos de puta –de hecho, los hijos de puta se han dado en nuestra tierra mucho mejor que cualquier otro cultivo-. Sí pero, ¿tantos?
En su momento, Rodríguez Zapatero, en lo que fue, quizá, el inicio de su viaje hacia la sima de la inmoralidad, se negó a condenar los ataques contra las sedes del partido de la oposición, en los días que fueron del 11 al 14 de marzo, jaleadas, entre otros, por quien hoy es su ministro del Interior. De esos barros, estos lodos.
Los que, tras musitar, más que una condena, un desapego, dicen que, en suma “el PP se lo ha buscado” deberían reflexionar un poco. Por ejemplo, viendo vídeos de Permach y compañía. Lamentar los “sucesos” y llamar la atención sobre sus “causas” es la táctica que, desde hace años, viene empleando Batasuna. En parte por eso es un partido ilegal y toda la Unión Europea reconoce como apéndice de una banda terrorista. No es de extrañar que algunos estén a partir un piñón con quien, en definitiva, cada día tienen más en común.
Los dirigentes políticos que se expresan en los términos anteriores –y hoy la nómina, de izquierda a derecha de comunión diaria, es legión- no merecen más que desprecio. No merece la pena extenderse en esto.
Sí merece la pena llamar la atención sobre lo que sucede en nuestras sociedades. La sociedad catalana aún está a tiempo de no caer en el pozo de inmoralidad en el que ya están otros y del que no parecen poder salir. En ese pozo se cae el día en que nos avenimos a convivir con las actitudes más antidemocráticas sin rechazarlas. Cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver la deriva de los acontecimientos, y ver adónde conducen. Cataluña está, por horas, perdiendo el crédito acumulado durante décadas como sociedad abierta y tolerante. De los catalanes depende que los demás sigamos creyéndolo –que es una sociedad abierta y tolerante- o que tengamos que resignarnos a haber vivido un espejismo. ¿Va la sociedad catalana a cruzar el Rubicón de la pérdida de la dignidad? Insisto, ese Rubicón se cruza el día que deja de importarnos la suerte de los más cercanos. El día en que el pesebre empieza a valorarse más que la democracia.
Dicen que provocan. Dicen que provocan, ¿por qué? ¿por qué dicen lo que piensan? Y si así fuere, incluso, ¿qué? Creen que el estatuto amenaza la unidad de España. Pues muy bien, ¿y? ¿Acaso no son una exigua minoría? Una exigua minoría que, por si acaso, hay que exterminar, a la que hay que reducir al silencio.
Al final, la violencia esconde siempre el miedo, la falta de confianza, la inseguridad, la impotencia. La violencia es, pues, el recurso del cobarde. La izquierda, el nacionalismo, son cobardes porque son impotentes. Incapaces de convencer, tienen que intimidar. Ahora, sí, se están ganando la “z”.
6 Comments:
La violencia impera cuando sólo se condena la que va contra nosotros y se disculpa la que va contra los otros.
Me parece muy bien que te escandalices ferblog por lo de Cataluña. Pero ¿lo de la COPE y sus insultos aberrantes no es violencia noral? ¿y lo de Bono? Como no te pica ¿te parecen disculpables? ¿o es que por ser socialistas todo insulto es poco?. Lo mismo pueden pensar ellos ... a sacar los garrotes y a ver quien da más fuerte.
Mientras no condenes por igual (no vale 4343 párrafos contra la violencia de uno y una línea contra la de los otros), mal vas.
By Anónimo, at 11:23 p. m.
Pues eso, lo dicho antes y lo que "el usuario anónimo" dice aquí y ahora.
El caso es hacer filosofía con lo que se puede y no hacerla cuando no se puede, o cuando menos olvidar que "los lodos" pueden venir de cuando lo de Bono, lo de Carrillo y demás episodios lamentables. Nadie en su sano juicio puede disculpar lo que ha pasado -ya por dos veces- en Cataluña con dirigentes del PP, y nadie con cierta moralidad puede minimizarlo, pero cuando ocurre de la otra parte es igualmente reprobable, igualmente, sí, PERO en la misma medida, y ahora me refiero sólo a la violencia explícita, física. Da la sensación de que sólo se menciona aquí lo que es prejuiciosamente crees que es imposible defender -nadie puede defender esos ataques- pero ni una palabra hay para cuando la agredida es la otra parte, aunque sea Carrilo, que poco pinta ya "en todo ésto", y si se hacen paralelismos téngase en cuenta que los hay más cercanos, no hay que irse al 13 de marzo, pero claro, eso se ve que no interesa.
El tema de la COPE es mucho más difícil, aunque intuitivamente se presenta diáfano. La COPE es una emisora repugnante, que incita claramente a la violencia, porque agita la tensión, y conscientemente por cierto -la semana de la agresión a Carrillo fueron innumerables los indemostrados "comentarios" sobre Paracuellos y su relación con Carrillo.
Que se hable de "la prueba del 9" en relación a "El País" y se refiera que se extrae información de "LD" es, simplemente, un chiste, y no precisamente bueno. Se ve que también hay gente inteligente -como usted- engañada con eso de que "LD es liberal", vamos, menuda broma; supongo que "El Mundo" será el mejor, quiero decir: "el ÚNICO periódico de investigación de este país" (esto lo entrecomillo porque de sentencia pasó ya a ser simple fórmula).
Lo peor de todo es que creo que pensará usted que todo esto es una minimización -cuando menos- de estos tristes acontecimientos, sobre todo al añadir los comentarios sobre los medios de comunicación, pensará seguramente que estoy yo "lleno de prejuicios" (sobre todo cuando estoy ahora claramente prejuzgando su posible actitud), pero es que, sinceramente, visto lo visto (lo que concreta "anónimo") y visto lo de "LD" y con "pruebas del 9" y demás zarandajas no se puede sino prejuzgar, porque pruebas -empíricas claro- las hay, y parecen ya (ahora me parecen) suficientes.
Por norma general pienso estas cosas al leer si blog, tan pulcro y riguroso, y no menos parcial, más bien más que lo otro, porque además por ésto se pierde aquéllo.
---
Esto, que corresponde con unos comentarios que hace sobre un programa de la imparcial Telemadrid que trataba sobre la república, es sencillamente inaceptable:
"Según tengo entendido, Sotelo es un hombre de izquierda y escribe en El País, con lo que ahí tenemos la prueba del nueve de que izquierda y decencia intelectual son mutuamente compatibles."
Notas de su blog del domingo 11 de junio:
"Ayer, en la concentración de las víctimas del terrorismo, pensé para mis adentros que los mensajes, los discursos, las inquietudes y los temores que allí se expresaron podrían ser compartidos por mucha, muchísima gente en España. Es verdad que la muestra que uno conoce nunca es representativa, porque siempre está sesgada, pero la mayoría de la gente de izquierda que conozco tiene muy claros cuáles son los límites de lo aceptable. Hay muchas más Maites Pagaza que Patxis López en la izquierda española. Mucha más gente intelectualmente honesta que personajillos de la cola del Alphaville. La Bardem y compañía sólo se representan a sí mismos."
Decía Ortega que para que una idea nos oriente se tiene que convertir en "creencia", debemos "estar en la creencia"... pues ya va siendo hora -y lo digo sin acritud- que vaya usted "estando en la creencia" de eso que dice en el segundo extracto, o cuando menos elimine ese halo de cientifismo de sus escritos, que como puede verse se contradicen, porque aunque usted reitera la misma idea es claro y notorio que asume con total naturalidad que "la generalidad" de "la izquierda" es inmoral, la contradicción no es intrínseca e indefectible pero es... pero CASI casi lo es.
Por otro lado relacionar "izquierda" y "nacionalismo" es un poco absurdo porque no se conoce todavía "izquierda nacionalista", otra cosa es que desde la izquierda se haya instrumentalizado el nacionalismo (los "nacionalistas de izquierda" hacen lo contrario, "instrumentalizan al revés"). No tengo duda de que quienes fueron a agredir a Rajoy y Piqué y a Acebes eran nacionalistas -sustantivo- y luego lo que se quiera, pero allí gente del PSC creo que habría más bien poca, bastante decepcionada supongo, y lo que es más: ESPERO, con Maragall.
En resumen, aquí se asume que la derecha tiene la razón y que luego hay parte de la izquierda que coincide con la derecha y tienen también, claro, la razón en la mano. Y luego a esto hay que añadir que la gran mayoría de la izquierda no tiene la razón, aquéllos son unos pocos, y aún peor, la mayoría son "seres inmorales" Sinceramente, pocas veces vi comentarios tan pulcros y con un componente de verdad tan grande asentados sobre bases tan infantiles (y falsas sin duda).
Un saludo
By Fritz, at 3:25 a. m.
"Pero ¿lo de la COPE y sus insultos aberrantes no es violencia noral?"
Mentiras como esta son otro síntoma más del nazismo imperante en Cataluña.
Para sustentar este embuste se han publicado hasta libros, como ese de "Les mentides de la COPE".
"¿y lo de Bono?"
Lamentable. La violencia desde el gobierno. Se detiene a dos militantes del PP por el mero hecho de serlo. Afortunadamente a los responsables los han condenado, no ha todos, pero sí a alguno.
" Como no te pica ¿te parecen disculpables?"
Los ha condenado hasta la justicia. Socialismo culpable.
" ¿o es que por ser socialistas todo insulto es poco?. Lo mismo pueden pensar ellos ... a sacar los garrotes y a ver quien da más fuerte."
¿Más? Le han quemado las sedes al PP con importantes socialistas jaleando a los agresores.
Ya está bien de miseria política.
By Anónimo, at 9:29 a. m.
Dice Fritz que "En resumen, aquí se asume que la derecha tiene la razón y que luego hay parte de la izquierda que coincide con la derecha y tienen también, claro, la razón en la mano. Y luego a esto hay que añadir que la gran mayoría de la izquierda no tiene la razón, aquéllos son unos pocos, y aún peor, la mayoría son "seres inmorales"".
No creo que ése sea el sentido de la entrada. Sin embargo, es un buen tema de debate: se puede ser de izquierdas y a la vez moral? Cómo se puede ser moral cuando se aboga por la disolución de la moralidad (que por definición es individual) hacia el Estado?
By test, at 1:46 p. m.
En definitiva, la culpa es de nosotros los elpanyoles, que somos todos unos feixistes, y que nos tenemos merecido todo lo que nos pasa. Gracias por dejarnos vivir.
By Anónimo, at 3:19 p. m.
Vamos a ver Amegón, eso qeu dices no tiene ningún sentido, eso es una distorsión de la "pretensión liberalista" que existe hoy en España, entre la derecha española sobre todo, que nunca lo dijo pero ahora dice ser (que es mucho más que decir) "liberal".
En primer lugar, la moral es una convención, necesaria como pocas pero convención. Esto no es relativismo, pero es que es así. Parece entenderse de lo que dices que "izquierda" y "estatalismo" es lo mismo. Simplemente esto no es así, y si me explicas por qué lo haces sinónimos en la teoría (que es mucho más que en la práctica) pues podemos seguir con la discusión.
Un saludo
-----
Camarada Krilenko, no, más bien al contrario, la culpa, TODA LA CULPA es nuestra y lo demás ues bueno, se puede discutir, no?
Pío Moa, por ejmplo, habla sobre la IIª República, y en este "blog" sobre la situación actual. En un caso y en otro la culpa, TODA, es de la izquierda. Lo dicho, infantilismo adolescente, y por si no se entiende: falacia.
----
Usuario anónimo dos "sinónimo" anónimo de maniqueismo... del maniqueismo al que me refiero, y que "FER", en su blog, expresa con palabras más bonitas y más razones, pero no con más certezas. Razón no es, tampoco, sinónimo de certeza.
By Fritz, at 6:11 p. m.
Publicar un comentario
<< Home