UNIVERSIDAD Y LIBERALISMO
El diario ABC publica hoy una encuesta sobre el perfil sociológico de nuestros universitarios. La verdad es que no puede ser más deprimente. El perfil medio del universitario español es el de un estereotipo ambulante del progresismo al uso. Un repositorio de pensamiento único, vamos.
Los chicos y las chicas (sé lo que me digo, en esta ocasión) no dispensan ni uno sólo de los tópicos. Los valores liberales están completamente ausentes de sus referencias. No es de extrañar, dada la ralea que tenemos por profesorado, sobre todo tras la explosión de paniaguados del Felipato –hoy todos prestigiosísimos catedráticos- y muy especialmente en el campo de las humanidades.
Un lugar común muy extendido es elogiar la maravillosa juventud que tenemos. A riesgo de ser tachado de lo que sea, afirmo que, a mí, me parecen deprimentes, con honrosas –y numerosas- excepciones, claro. Tenemos la juventud más tarada en muchas generaciones. No es culpa suya, claro. No es culpa suya que les hayan enseñado, desde pequeñitos, que la juventud es el tiempo de espera hasta que te den un piso al que tienes derecho, básicamente, porque sí.
Son solidarios. Valoran a las ONG y recogen chapapote. Lo que no está tan claro es que causas menos mediáticas llamen igualmente su atención. Bueno, más bien está claro que no.
Carecen, por completo, de un sentido de la excelencia que jamás se les ha inculcado. No tienen ni la más remota intuición de lo que es verdaderamente “cultura” ni, en general, de nada que se adquiera mediando esfuerzo. Se creen a pies juntillas todas las soberanas paridas que prodiga el izquierdismo, una detrás de otra. Insisto, no es de extrañar, el profesor Zamora, catedrático de la UAM, proclamaba el otro día en un artículo, por ejemplo, que Latinoamérica vive un auténtico amanecer (es decir, se yergue frente a Estados Unidos) gracias a gente tan progresista como Chávez y Kirchner (sic). Terminaba su artículo diciendo que, en Chile, estaban en curso de realización los ideales del compañero (sic) Salvador Allende (no sabía que Chile anduviera en ruta hacia el colectivismo empobrecedor o que hubiera otro golpe de estado en ciernes –esta vez desde dentro, más o menos estilo Allende-). ¿Qué tipo de personas puede formar este señor? Incluso afirmaba que la economía cubana estaba saliendo del hoyo. No es ya que el artículo, por delirante, diera lugar a dudas sobre la calidad académica del cátedro, es que caben muy serias reservas sobre su calidad moral. ¿Qué se puede pensar de un tipo que se dedica a elogiar a especimenes como Hugo Chávez o Néstor Kirchner?, ¿Que está muy comprometido con los valores de la democracia liberal?
Ese es el verdadero problema de nuestra universidad. Que está podrida de nulidades intelectuales cuyo único fin en el mundo es vaticinar la caída del imperio yanqui (inciso: recuerdo, en mis tiempos de estudiante, que la Complutense tenía un centro de estudios de Europa del Este, que publicaba unos análisis muy sesudos, con cifras muy bien elaboradas, extraídas de las contabilidades nacionales socialistas, que se comparaban sin ningún pudor con los números de las oficinas estadísticas occidentales... caída la URSS, un alto representante de la CIA confesó que ellos no supieron nunca a ciencia cierta si la relación entre el PIB de los EEUU y el soviético era de 2 a 1 o... ¡de 8 a 1!; quienes sí lo sabían, por lo visto, siguen hoy enseñando, diciendo estupideces a voz en grito y publicando libros contra el carácter “neoliberal” de la UE). Igual que decir barbaridades en un parlamento no perjudica la carrera de un político, en España, tampoco decir imbecilidades supinas desacredita como intelectual. Te siguen ofreciendo tribunas e invitando a tertulias en la SER.
En fin y en conclusión: es triste admitirlo, pero me temo que el liberalismo lo tiene muy crudo en España durante, al menos, otra generación. Nos han tomado la delantera una vez más. Pero, claro, nosotros hablamos de libertad, exigencia, responsabilidad... y ellos ofrecen pisos. Vamos de culo.
Los chicos y las chicas (sé lo que me digo, en esta ocasión) no dispensan ni uno sólo de los tópicos. Los valores liberales están completamente ausentes de sus referencias. No es de extrañar, dada la ralea que tenemos por profesorado, sobre todo tras la explosión de paniaguados del Felipato –hoy todos prestigiosísimos catedráticos- y muy especialmente en el campo de las humanidades.
Un lugar común muy extendido es elogiar la maravillosa juventud que tenemos. A riesgo de ser tachado de lo que sea, afirmo que, a mí, me parecen deprimentes, con honrosas –y numerosas- excepciones, claro. Tenemos la juventud más tarada en muchas generaciones. No es culpa suya, claro. No es culpa suya que les hayan enseñado, desde pequeñitos, que la juventud es el tiempo de espera hasta que te den un piso al que tienes derecho, básicamente, porque sí.
Son solidarios. Valoran a las ONG y recogen chapapote. Lo que no está tan claro es que causas menos mediáticas llamen igualmente su atención. Bueno, más bien está claro que no.
Carecen, por completo, de un sentido de la excelencia que jamás se les ha inculcado. No tienen ni la más remota intuición de lo que es verdaderamente “cultura” ni, en general, de nada que se adquiera mediando esfuerzo. Se creen a pies juntillas todas las soberanas paridas que prodiga el izquierdismo, una detrás de otra. Insisto, no es de extrañar, el profesor Zamora, catedrático de la UAM, proclamaba el otro día en un artículo, por ejemplo, que Latinoamérica vive un auténtico amanecer (es decir, se yergue frente a Estados Unidos) gracias a gente tan progresista como Chávez y Kirchner (sic). Terminaba su artículo diciendo que, en Chile, estaban en curso de realización los ideales del compañero (sic) Salvador Allende (no sabía que Chile anduviera en ruta hacia el colectivismo empobrecedor o que hubiera otro golpe de estado en ciernes –esta vez desde dentro, más o menos estilo Allende-). ¿Qué tipo de personas puede formar este señor? Incluso afirmaba que la economía cubana estaba saliendo del hoyo. No es ya que el artículo, por delirante, diera lugar a dudas sobre la calidad académica del cátedro, es que caben muy serias reservas sobre su calidad moral. ¿Qué se puede pensar de un tipo que se dedica a elogiar a especimenes como Hugo Chávez o Néstor Kirchner?, ¿Que está muy comprometido con los valores de la democracia liberal?
Ese es el verdadero problema de nuestra universidad. Que está podrida de nulidades intelectuales cuyo único fin en el mundo es vaticinar la caída del imperio yanqui (inciso: recuerdo, en mis tiempos de estudiante, que la Complutense tenía un centro de estudios de Europa del Este, que publicaba unos análisis muy sesudos, con cifras muy bien elaboradas, extraídas de las contabilidades nacionales socialistas, que se comparaban sin ningún pudor con los números de las oficinas estadísticas occidentales... caída la URSS, un alto representante de la CIA confesó que ellos no supieron nunca a ciencia cierta si la relación entre el PIB de los EEUU y el soviético era de 2 a 1 o... ¡de 8 a 1!; quienes sí lo sabían, por lo visto, siguen hoy enseñando, diciendo estupideces a voz en grito y publicando libros contra el carácter “neoliberal” de la UE). Igual que decir barbaridades en un parlamento no perjudica la carrera de un político, en España, tampoco decir imbecilidades supinas desacredita como intelectual. Te siguen ofreciendo tribunas e invitando a tertulias en la SER.
En fin y en conclusión: es triste admitirlo, pero me temo que el liberalismo lo tiene muy crudo en España durante, al menos, otra generación. Nos han tomado la delantera una vez más. Pero, claro, nosotros hablamos de libertad, exigencia, responsabilidad... y ellos ofrecen pisos. Vamos de culo.
5 Comments:
Tu lo que eres es un gilipollas, reacionario.
Vete a contar tu dinero imbécil.
By Anónimo, at 9:47 a. m.
Dudaba si contestar o no hacerlo, porque, ciertamente, no creo que lo merezcas.
Me limito, pues, a acusar recibo.
Por cierto, si "imbécil" es vocativo, deberías separarlo de "dinero" por una coma. En caso contrario, se entiende que el imbécil es mi dinero, cosa que no tiene excesivo sentido. Y lo que querías decir es "reaccionario", ¿no?. "Tú" se escribe con tilde.
Entiendo que te alegres de la situación de la Universidad
By FMH, at 10:49 a. m.
Pues lamento discrepar con "anonymous"...
Alguien que no tiene valor más que para insultar, amén de ni siquiera saber escibir en condiciones. Es lo que tiene limitar el ámbito cultural a la Play Station y los mensajes de móviles... Bueno, no, también al Gran Wyoming.
¿Porqué, si tan en desacuerdo estás, no expones tu argumentario? Ah, lo siento, es que no sabes lo que es eso. Mejor vuelve al cole, chaval.
By Anónimo, at 11:28 a. m.
Perdón, donde dije "escibir" quise decir "escribir".
By Anónimo, at 11:29 a. m.
Estoy totalmente de acuerdo con el autor del escrito. Discrepo del primer comentario con su argumento que rezuma ¡talante!
Te voy a ahorrar el contestarme; declaro abiertamente que, conforme a los criterios del ¡talante!, soy un gilipollas y un reaccionario.
Felipe (firma tú también el tuyo).
By Anónimo, at 12:30 p. m.
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