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domingo, marzo 11, 2007

11M: EL RECUERDO PARCIAL

El diario El País editorializa hoy, con ocasión de la inauguración del monumento en memoria de las víctimas del 11M, sobre la efeméride. Nos previene, oportunamente, el rotativo madrileño, contra el virus del olvido, y llama nuestra atención sobre hechos que no debieran pasar inadvertidos, como el de que muchos heridos aún no han concluido su proceso de recuperación –en lo que puedan llegar a recuperarse- o que otros están aún a la espera de que concluyan los trámites para su reconocimiento como víctimas del terrorismo, lo que les daría acceso al sistema de ayudas públicas instituido, por cierto, por el señor Aznar y su mayoría parlamentaria, hoy en tela de juicio incluso a este respecto.

El País también echa la vista atrás para denunciar la “teoría de la conspiración”, precisamente ahora que, al fin, se ventila el 11M desde el punto de vista penal, y glosa las mejoras que, por fortuna, ha ido experimentando nuestro sistema de lucha antiterrorista en materia de prevención de atentados por parte de grupos radicales islámicos; no sin advertir que esas mejoras son insuficientes porque nuestro país “sigue estando en el punto de mira” de esa clase de terrorismo. Muy bien por el recordatorio, pues.

Ahora bien, el diario El País hace gala de memoria selectiva, puesto que, mirados estos tres años en perspectiva, hay mucho que decir y mucho sobre lo que prevenir. Bien hace el periódico de Prisa en denunciar a quienes, careciendo de pruebas concluyentes, se dedican a promover una versión alternativa de lo que sucedió aquel día de la infamia, poniendo en tela de juicio la labor de los jueces y de los policías sin datos sólidos para hacerlo. Pero El País no ha gastado una gota de tinta en combatir la instalación en ciertos medios de otra verdad indemostrada, cual es la de que el atentado del 11M se cometió en represalia por la participación española en la guerra de Irak (sic). Ayer mismo, un alto cargo de la UGT en Madrid no tenía empacho en endosar al José María Aznar la responsabilidad política de los más de 190 muertos que, a juicio de este fino analista, traen causa directa de la foto de las Azores. Si es así, y una vez purgados nuestros crímenes deshaciéndonos del inicuo y poniendo pies en polvorosa de Mesopotamia, ¿por qué afirma El País –con toda justeza- que seguimos en el punto de mira? ¿Por qué seguimos siendo percibidos como uno de los eslabones más débiles del mundo occidental?

Tampoco tiene El País problema alguno en disociar el 11M de los días que le siguieron, el 12, el 13 y el 14. Nada habría de malo en ello, por supuesto si, en esta hora, el diario se limitara a pronunciar su elegía por los muertos, y a recordar a los heridos. Pero, no. El diario El País no tiene inconveniente en extender su lectura política, en admitir que el 11M es importante, además de por lo que sucedió, por lo que pasó después. No hay problema alguno en repetir hasta la saciedad que una de las claves explicativas de la legislatura es, precisamente, que el Partido Popular no ha aceptado su derrota del 14M. Tampoco se tiene inconveniente en reconocer la concatenación de hechos entre lo sucedido el 11 y lo que pasó el 14 ya que se da por probado que la derrota le sobrevino al Gobierno Aznar –en la persona de Rajoy- “por mentir”.

El País se calla muy oportunamente muchas cosas. Se calla la menor crítica al repugnante comportamiento de medios de su propio grupo y de buena parte de la izquierda. Se calla muy oportunamente que, en cualquier país civilizado, es harto probable que esas elecciones no se hubieran celebrado jamás y que hubiera bastado una semana, una sola semana –el diferimiento de emergencia que bien pudiera haberse entendido como normal-, para que el resultado electoral hubiera podido ser otro diferente –desconozco cuál, por supuesto, pero otro-. El pueblo no fue dejado tranquilo con su justa indignación, sino que se hizo cuanto se pudo por aventarla en un “ahora o nunca” que muchos llevarán toda su vida como baldón de infamia, al menos frente a quienes no tienen una memoria tan selectiva como los editorialistas de El País.

Porque lo cierto es que si el 11 y el 14 de marzo de 2004 no forman una unidad es a los solos efectos penales y, contemplados en su conjunto, suponen una anomalía de tal calibre que lo que más llama la atención es la actitud de los partidos políticos al respecto.

En el lado de la oposición –y más allá de teorías conspirativas o faltas de aceptación de la realidad- se ha asentado la tesis de que la derrota electoral no se habría producido sin el atentado. Nadie sabe, por supuesto, cuáles hubieran sido los resultados electorales de un 14M normal y, sin duda el principal efecto inducido del atentado –convenientemente manejado desde ciertas instancias- fue una afluencia de participación imprevista, que sólo fue al PP en muy baja proporción pero, ¿pueden echarse a ese mismo saco, automáticamente, los 700.000 votos que desertaron de las listas populares? Sobre todo, las desdichadas circunstancias han tenido tres efectos claros: impedir un análisis riguroso –con exigencia de responsabilidades incluidas- de una de las campañas electorales peor planteadas que imaginarse pueda; avalar el prejuicio de que la derecha pierde siempre que la gente participa –con lo que ello supone de renuncia implícita- y permitir la continuidad indiscutida de un equipo que, en otras condiciones, quizá hubiera debido replantearse muchas cosas.

En suma, parece haberse asumido que los resultados del 14M, por su propia monstruosidad, son irrelevantes, algo así como “ruido” en la serie histórica. Y eso es un craso error.

Mucho más grave es el lote que atañe al Gobierno. Poco importa si el atentado fue la causa determinante o simplemente un factor coadyuvante; lo único relevante es que el señor Rodríguez Zapatero recibió, por un lado, un apoyo electoral en sí mismo insuficiente y un país en estado de shock. Contemplados en su conjunto, resultados, circunstancias y aritmética parlamentaria, sólo podían entenderse como una llamada a la prudencia. De hecho, así pareció recibirse, en las primeras horas, el mandato de las urnas.

En lugar de ello, y olvidándose de su endeble programa electoral, el presidente empezó, desde muy temprano, a comportarse como el líder de una “mayoría social” –trasunto de sus bizarras alianzas parlamentarias- a la que nada pudiera oponerse. Desde unas bases intelectuales que, siendo generosos, cabe calificar de escasas, Zapatero y su mariachi se dispusieron a encarar una especie de “segunda transición”, con una manifiesta ignorancia de los tiempos políticos y un claro desprecio por los consensos básicos de la sociedad española.

El diario El País, como buena parte de la izquierda, se empeñan en pintar el presente hijo del 11M como el resultado de la acción de una derecha desquiciada, resistente a la aceptación de la derrota e imposible de cara a cualquier clase de diálogo. Una derecha que se habría vuelto antisistema, que estaría haciendo lo imposible por impedir el normal desarrollo de la legislatura. A todo ello se uniría, claro está, una desmesurada actuación mediática dedicada a propalar la especie de una derecha “expulsada” del sistema por la perfidia socialista.

Aun cuando la acción opositora pueda venir, en ocasiones, marcada por la exageración, semejante maniqueísmo produce sonrojo. Podría ser una descripción ajustada de la realidad si, por parte de la izquierda gobernante, se estuviese intentando desarrollar –sin lograrlo- una acción de gobierno normal. Los propios voceros de esa izquierda saben que eso no es así pero, todo lo más, llegan a calificar las iniciativas gubernamentales de “inoportunas” o “insuficientemente explicadas”. El seguimiento de la línea editorial del propio diario El País pone de manifiesto los juegos malabares dialécticos a los que la acción de Zapatero viene obligando a sus afines. Cada vez es más complicado caer de pie.

Las urnas y los desdichados acontecimientos que las precedieron llamaban a la prudencia. En lugar de ello, nos topamos con el aventurerismo de un Presidente que, presentándose a sí mismo como un “político nuevo” resulta carecer por completo de las virtudes más nobles del “político tradicional”. Quintaesencia del producto que generan los aparatos de los partidos políticos, es difícil pensar en un líder menos a la altura de las circunstancias.

Pero esto, El País, lo soslaya oportunamente.

1 Comments:

  • EL LIBRO DE LA SEÑORA DEL JUEZ



    Rafael del Barco Carreras



    No me llama la atención que la señora Elisa Beni, periodista célebre en su casa y la propia Audiencia, escriba un libro. Si la enorme incidencia de la televisión convirtió el impresionante cráneo de su señor marido Don Javier (Fernando Alonso) Gómez Bermúdez en el más célebre durante cuatro meses, impactando, pues ¡a sacarle provecho!. En mi artículo sobre el juicio, tuve más insultos que lectores. Así pues no insistiré sobre un Sistema Judicial que al parecer ya les va bien a la mayoría. Hasta que sufren uno de sus innumerables atropellos, y se desvanece la romántica idea que la Justicia existe, pasándose a despotricar, y descubriendo que no tenía ni idea de cosas tan simples como que ese presidente de la Sala, y todos los presidentes de Sala, son amigos de sus colegas (y si son enemigos puede que sea peor) con quien juzgarán trasformándose en una sola voluntad e intereses. Nunca me hizo gracia el chascarrillo; una Sala la componen, el presidente, el ponente y el durmiente. Y lo único que se le ocurre ante el libro al ofendido compañero de Tribunal es invocar la amistad.

    “La soledad del juzgador”, sí, un solo hombre decide miles de años de cárcel y sobre el dolor y sentimientos de las familias de las víctimas. La sentencia, ni bien ni mal, otro producto del Sistema. Un sistema surgido de siglos de dictadura, lejano a cualquier concepto democrático. Y a la AMIGOCRACIA se une la ENDOGAMIA, siempre unidas cuando el cotarro y presupuesto público se reparte por oscuros caminos, la señora Gómez aporta a la economía doméstica otro sueldo oficial de la propia (de posesión) Justicia.

    La sentencia se construiría entre una jefa de prensa, una sociedad mercantil para el provecho posterior, y al aire que dictaran los medios, contentando a los más (en definitiva posibles compradores del libro) que ya decidieron la culpabilidad y hasta quien NO FUE (la ETA) en el juicio paralelo.

    Ver…www.lagrancorrupcion.com



    Pero a pesar de los insultos, repetiré mi escrito del 4 de julio, recién terminado el juicio. Y aunque me repito por enésima vez en personajes y conceptos, como me aconsejan los ya crecientes lectores y amigos de INTERNET…no importa, la gente se olvida por comodidad… eso de la Justicia, para la mayoría, es cosa de otros, como los accidentes… hasta que le ocurren a uno.







    SOBRE EL “11 M”, Y NUESTRO PECULIAR SISTEMA JUDICIAL.



    Por Rafael del Barco Carreras



    Tras cuatro meses de juicio, según la Televisión Pública o los medios adictos al Poder, TODAS LAS TELEVISIONES, y el gran Grupo PRISA, no cabe duda de que los acusados son los autores y la teoría de la conspiración un puro derrame cerebral o pataleta de los del Partido Popular, y de leer El Mundo y oír la COPE, ni de lejos se ha probado nada más allá de una cascada de corrupciones policiales acusando a sus propios confidentes, pruebas prefabricadas o amañadas en el inframundo del tráfico del hachís, hilvanando una novela. Se podría afirmar que si los tres jueces, o SOLAMENTE DOS, se decantaran por una u otra de las ideologías que “parece” conforman las fuerzas políticas españolas, los acusados saldrían condenados o libres. Y si nos atenemos a la visible politización de los medios jurídicos y hasta diría de la “profesión jurídica” en todos sus campos y especialidades, jueces, fiscales y abogados, dándose la paradoja, que generalizando, el Régimen es dominado en un curioso y abusivo porcentaje, lejos de la mayoría de las demás “democracias”, por los “abogados”, decantarse por una u otra opción, transformando las pruebas EN DOGMA DE FE POR SU REAL SOBERANÍA, es más una interesada arbitrariedad que sentido de Justicia. Y lo que podría provocar el dominio de una “escuela” en cuanto su aplicación de “doctrina y leyes”, no crea más que un caos “controlado” por oscuros intereses, donde otro de los “negocios” la eternización, enfeudando al cliente y la sociedad a un estamento “profesional”.

    Para quien como yo sufrió el Sistema, descubriendo a través de veinte años, además de la “total corrupción” de quienes me acusaban los “socialistas barceloneses” de “Serra y Maragall”, en perfecta o interesada asociación con los De la Rosa y la íntima relación de sus abogados Juan Piqué Vidal y Rafael Jiménez de Parga con el mío Luis Pascual Estevill, de tan corrompida idiosincrasia que los dos grupos, cada uno por su lado, unos con FILESA O TIME EXPORT, chantajearon o extorsionaron a empresarios (puede que hasta a De la Rosa), y según la prensa “los primeros espadas en la abogacía barcelonesa” lo hicieran con sus “clientes empresarios”, dudo muy mucho de ese y cualquier juicio donde se litigue con grandes intereses gubernamentales de por medio (y en los otros tampoco por su gran número y farragosas instrucciones). Y puesto que en cualquiera de los “grandes temas” se involucran siempre intereses de “gobierno y partido” porque legal y burocráticamente el Gobierno y Estado lo envuelve absolutamente TODO, tanto lo estrictamente legal como por la enorme corrupción el mundo del delito, donde abarcaríamos desde la muy rentable “doble contabilidad”, delito fiscal, hasta la droga o prostitución, ¿DIEZ, VEINTE, TREINTA, o los que sean, BILLONES de las antiguas pesetas al año?, TODO ES POSIBLE. Y en España no hay MAFIA que triunfe de no incardinarse, o simplemente creada en el “mundo funcionarial-político”. Lo saben bien mafiosos franceses e italianos (invadiendo España tras la muerte de Franco), primero, y del Este y sudamericanos después, que sufrieron la “efectividad policial española”, al actuar por “libre”. Conocí a muchos de ellos en la cárcel.

    Cualquier abogado, casi todos, coinciden en la respuesta de que otros SISTEMAS, democráticos, de elecciones directas de fiscales y hasta jueces o policías, de jurados mixtos o total, de doble instancia sin paliativos (donde los jueces son más árbitros que reyes de Taifa), de división ABSOLUTA de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, también son susceptibles de CORRUPCIÓN Y ERRORES JUDICIALES. Pero los demás no van contra dirección, somos nosotros, y Manuel Jiménez de Parga (fundador y socio del bufete con su hermano Rafael, a los que no les molestó la Ética, Moral y Reglamento Profesional al actuar de acusador cuando los hechos involucraban a sus también clientes Banesto, Garriga y De la Rosa), un interesado demagogo cuando como Presidente del Tribunal Constitucional, a la condena de la ONU contra España por incumplimiento de La Carta de Derechos Humanos en cuanto a la sustitución de la DOBLE INSTANCIA por los complejos recursos al SUPREMO, solo se le ocurrió que la ONU no tenía jurisdicción, y que nuestro Sistema garantizaba los derechos del justiciable.

    En mi caso no garantizó nada (hasta se perdió un recurso al Supremo, tirado a la papelera por una mujer de la limpieza, publicado por El País en f. 8-3-83), y por lo vivido en la cárcel, el Sistema solo garantiza que la marcha atrás en cualquier error sea más que imposible y embarullado de no interceder la GRAN ARBITRARIEDAD de los jueces y su pirámide burocrática de Poder. Un triste ejemplo los dos marroquíes violadores que por los 93 conocí en la enfermería de Brians (yo trabajando para redimir al máximo y ellos “aislados” por seguridad), tan desorientados que rezaban cara a Madrid en lugar de La Meca, y que al advertírselo se convirtieron en amigos míos, uno muerto en prisión y otro liberado QUINCE AÑOS DESPUÉS, ya cumplida la condena, cuando el ADN, detenido el verdadero violador, demostró que de algunas de las violaciones de que fueron acusados no eran los autores. Y a la Prensa, justificando, solo se le ocurre publicar que se “parecían”, para su desgracia NADA más allá que la vulgaridad de rostros de la “perra vida”.

    Figurarse una Sala de Justicia con Luis Pascual Estevill (que ni de lejos es un “caso aislado” como predicaba el ínclito Fiscal Jefe Vitalicio de Barcelona, José María Mena, uña, carne y sucesor del gran Carlos Jiménez Villarejo, los dos declarados de “izquierdas” del PSUC) y amiguetes…y en el Supremo otros de la cuerda…!Da vértigo!...y le puede suceder a cualquiera…en ese orden de cosas transitamos por tan viejas carreteras, reconstruidas y perfeccionadas en el refinado franquismo, que los accidentes ante la masiva circulación actual…son MASIVOS, y siempre atribuidos a fallos del conductor víctima…

    Si la corrupción marbellí ha comportado NOVENTA Y PICO DETENIDOS E INVOLUCRADOS (y aun faltan de más arriba), y EN BARCELONA SE DETUVO Y RETUVO A TRES de escasa o nula incidencia en el gran desfalco…ALGO FALLA MASIVAMENTE EN NUESTRO SISTEMA…más allá de los lógicos fallos humanos…

    Y para detalles consultar www.elconsorcio.net donde encontrarán casi todo mi libro no editado “Barcelona 30 años de corrupción”.

    By Blogger Rafael del Barco Carreras, at 11:06 a. m.  

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