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lunes, septiembre 12, 2005

RECORTES (1): CATALUÑA, LA MALQUERIDA

En los últimos días, he leído en diferentes periódicos algunos artículos que me han llamado la atención, y que quisiera ir comentando. Serán, concretamente, tres.

El primero es uno de los editoriales de La Vanguardia del pasado miércoles, 7 –sí, ya sé que está algo pasado de fecha, pero el interés de la cuestión no es del todo coyuntural-. El insigne rotativo barcelonés reaccionaba frente a la contestación que había merecido en los diarios y mentideros de la Villa y Corte el lanzamiento de la dichosa OPA de tintes sexuales (Gabarró dixit) de Gas Natural sobre Endesa (inciso: no tengo mayor interés en comentar los pormenores de esta operación, pero reconocerán ustedes conmigo que tiene su gracia eso de que en España puedan existir operaciones “puramente económicas”; incluso lo de que se lancen ofertas públicas de adquisición –como en los países con mercados de verdad- y pongamos cara de sorpresa, y tal, tiene su guasa; más o menos como la de que alguien conjeture si los precios van a subir o bajar... ¡en un sector en el que se regulan por decreto!).

Lo importante del caso –que, por cierto, ha llamado la atención, en este mismo sentido, del director de ABC, a juzgar por lo que ayer se pudo leer- es que el periódico fundado por el Conde de Godó se acogía a la idea de: “no nos quieren porque somos catalanes”. Más concretamente, planteaba, en impecable razonamiento formal, que tiene bemoles que cierta gente se pase la vida insistiendo hasta la extenuación sobre la recontraespañolidad de Cataluña (por cierto, en La Vanguardia no escriben “Cataluña” sino “Catalunya”, lo que no tendría nada de particular de no ser porque, como todo el mundo sabe, es un periódico en castellano; hasta donde yo conozco, la toponimia oficial aún nos autoriza a usar la “ñ” para referirnos al Principado, ¿estoy en un error?) y luego esa misma gente se encabrone porque “vienen los catalanes”. La pregunta sería, entonces, si la caverna mesetaria reaccionaría igual si el grupo adquirente-semental (sigo con Gabarró) fuese, digamos, extremeño. En resumidas cuentas, lo de siempre: anticatalanismo, marginación de Cataluña. Los trogloditas que habitamos esta parte de la Península queremos una Cataluña achantada, sometida y sin perfil propio.

En efecto, La Vanguardia no yerra en que debería darnos igual de qué región procediera el oferente-inseminador. Es más, debería sernos del todo indiferente si es español, extranjero o mediopensionista. No puede traernos al fresco, no obstante, si el comprador-pichabrava es público o privado, porque nuestro sector energético ya fue público con Suanzes, y para este viaje no hacían falta tantas alforjas. Pero, incluso, en este último caso, tanto da la Caixa d’Estalvis i Pensions de Barcelona como el Monte de Huelva o Gaz de France. La raíz del problema hay que buscarla en otro sitio. Más bien en la reedición de episodios desdichados como la tonta “crisis del cava” (o de cómo un imbécil es capaz de desatar un vendaval).

Estoy con el director de ABC: no puede reclamar racionalidad en el comportamiento ajeno quien manifiesta un total desprecio por la misma en el propio. La justificada queja de La Vanguardia y los ayes de la clase empresarial catalana serían mucho más creíbles si, de vez en cuando, reclamaran con igual insistencia que quienes atentan contra la imagen pública de Cataluña o, si se prefiere, contra la imagen de marca de Cataluña en el resto de España –seguro que incluso quienes no sienten afecto alguno por sus conciudadanos pueden llegar a entender que deben respetarlos como clientes- contuvieran sus ímpetus.

Quizá, entonces, podrían entender que no son recomendables presentaciones agresivas de la cuestión, como la realizada por el Periódico, primera voz en hablar de “catalanización” del sector energético nacional. No tiene sentido quejarse de que se interprete, por otros, como derrota, lo que algunos de los nuestros venden como victoria. Si “nosotros” ganamos, es que “ellos” pierden. Esto parece claro, ¿no? Insisto, las voces sensatas, que también las hay, venden que ganamos “todos” –que es mucho más tragable-, pero esas voces sensatas se oyen vagamente, en mitad de un coro vociferante de hinchas del catalanismo.

Podrían entender el daño que hace la apropiación de símbolos que, como el Barcelona, contribuían a hacer de Cataluña un país abierto. Los cretinos que se empeñan en ver en el equipo azulgrana el “ejército de una nación sin estado” –encabezados por un presidente empeñado en paletizar todo lo que pueda- ignoran que lo que en realidad tienen entre manos es una auténtica multinacional. Sus propios complejos no les dejan verlo.

Podrían, en fin, darse cuenta de que su región es hoy gobernada por una clase política que, concentrada en “hacer país” no para de tirar piedras sobre su propio tejado. Oscilando entre el ridículo despropósito y la simple pérdida de tiempo. Un gobierno que consigue, no sin esfuerzo –porque los demás españoles, contra lo que pueda pensar la legión de tarados de siempre, tienen a los catalanes por gente inteligente y su reputación no es fácil de destruir- provocar el rechazo en buena parte del resto de España y, por desgracia, sí, animar las vísceras de quienes están, a este lado, tan deseosos de confrontación como en el otro.

Una imagen vale más que mil palabras, ¿le dejaría usted la llave del gas a Carod Rovira? Pues eso.

3 Comments:

  • Gas Natural, una empresa solo en parte propiedad de una caja de ahorros, no puede comprar Endesa, pero France Telecom, una empresa publica francesa, y esa si publica de verdad, puede comprar Auna sin que nadie se rasgue las vestiduras.
    En realidad los catalanes no necesitamos quejarnos de nada porque los maltratadores se explican de modo transparente y nos ahorran el trabajo. Segun Esperancita, presidenta de Madrid, Endesa se ira fuera del territorio nacional, segun Arias Canete seria preferible que una empresa extranjera comprara Endesa.
    Todo es bien penoso, y quienes tratan de buscar racionalidad en lo penoso resultan todavia mas lamentables.

    By Anonymous Anónimo, at 12:38 p. m.  

  • Querido amigo anónimo (catalán, deduzco):

    Que yo sepa, no se deduce de mis palabras que yo esté a favor de operaciones como la que cita de France Télécom y, ciertamente, quien objete el carácter pseudopúblico de las cajas de ahorro no podrá apoyar esas otras operaciones sin caer en incoherencia manifiesta.

    En cuanto a lo de "buscar racionalidad", creo que es usted injusto. Que algo sea explicable o previsible -por ejemplo, reacciones extemporáneas ante conductas chulescas- no lo convierte en racional. Las relaciones entre los catalanes y sus vecinos discurren por cauces absurdos, pero no se puede decir que del todo inexplicables. En ningún momento he afirmado que ciertas reacciones tengan nada de racional.

    Lo cual no les autoriza a ustedes, los catalanes -y ruego me disculpe la generalización- a arrogarse el monopolio de la conducta juiciosa, creo.

    Un cordial saludo.

    By Blogger FMH, at 5:40 p. m.  

  • Creo que como anillo al dedo...

    LAS “CAJAS DE AHORRO” CATALANAS.



    Rafael del Barco Carreras



    Transformarse en BANCOS PUROS Y DUROS no les ha sentado bien. De “instituciones benéficas” invirtiendo el ahorro popular en un 50% en “Deuda Pública o similar”, un mínimo en minicréditos personales avalados por dos “solventes”, y el grueso en hipotecas a doce años que no alcanzaban el 40% del valor, o selectos edificios de señoriales viviendas alquiladas a precios de favor a las poderosas clases medias y altas “oficiales”, a dedicarse a todo tipo de operaciones bancarias ha resultado una excelente idea para políticos y dirigentes, y muy “mala” para las instituciones.

    Si el siglo diecinueve consolidó la industria catalana, el veinte, sus revoluciones y crisis, quebró todas las creaciones bancarias de sus ricos burgueses. Pero aquello no tiene nada que ver con lo actual, únicamente en el resultado, con evidentes diferencias, los actuales “banqueros”, o mejor “cajeros”, se sienten IMPUNES E INMUNES, aunque soplan vientos que afectan sus nervios. Existen denuncias por fragantes delitos de “cajeros” de segunda fila. No hace poco una sucursal de una caja en Gerona fabricaba créditos de hasta 20 millones de pesetas. Sociedades quebradas aparecían en los ordenadores y expedientes con relucientes balances y datos registrales “debidamente valorados”. El tema se halla “aislado” en silencioso sumario. Apenas una anécdota si se observan los créditos de las cajas en las últimas macroquiebras inmobiliarias. La "caixa dels trons"..

    Una excepción, LA CAIXA. Su capacidad y potencia bajo la férrea dirección de sus selectos franquistas, Vilarrasau y Samaranch, la amurallaron ante las bárbaras huestes del progresismo y nacionalismo catalán capaces de fundir cualquier impresora de billetes, aunque algunas leyes han dinamitado varios de sus endogámicos pilares. El Poder fáctico por antonomasia en Cataluña rebasa por las cifras y su actuación a nivel nacional y mundial cualquier consideración local.

    E irrumpe un personaje clave para crisis de gran calado, Narcís Serra, pretendiendo arreglar el gran desaguisado. La calificación de MOOY´S en “perspectiva negativa”, el despido del Director General, y la última captación de dinero, 1.750 millones de € en cédulas hipotecarias en el Mercado Mayorista de Emisiones, por la Caixa de Cataluña con intereses por encima de los aplicados, indican sin género de dudas que el “negocio” está en una desaforada huida hacía adelante al “coste que sea”, hasta que Corbacho y Montilla enderecen el entuerto convenciendo a su jefe Zapatero. Solo hace pocos meses se dedicaban esos importes a conquistar sillones en corporaciones, multinacionales o semimonopolios, anunciando además millones de ganancias en compraventas que más parecían la del diamante entre amiguetes que operaciones reales. Un calco en grande de la vieja época del Pelotazo.

    Acabado un ciclo próspero en captación de dinero, se encuentran igual que el sector bancario de los 70 y 80, arrasado por el pillaje y las aventuras financieras de todo tipo. El arreglo es fácil, se fusionan, la caja resultante obtiene más dinero “oficial”, o se fusiona a la vez con la CAIXA, y se contabiliza el desastre en una cuenta, que se “provisionará o amortizará” durante décadas en que la inflación multiplicará por diez los números globales. Una jugada maestra para el gran Serra que conquistaría la tan soñada presidencia, el cargo más importante de Cataluña, President de la CAIXA. La “única”.

    By Blogger Rafael del Barco Carreras, at 11:27 a. m.  

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