EL PLAN IBARRETXE NO ES EL PROBLEMA
Entiéndaseme bien, con el título de esta entrega no pretendo minimizar la importancia del desafío planteado por los euskonazis -la expresión no es mía, sino de Enrique Múgica, él hablaba sólo de los batasunos pero, acreditada la comunidad de intereses, me permito extenderla a los demás firmantes del dichoso proyecto-. No, sin duda es un reto sin precedentes. Lo que quiero decir es que, al cabo, Ibarretxe y compañía no hacen sino lo que de ellos cabía esperar.
Nada, o poco, habría que temer de ellos si pudiéramos confiar en nuestro estado de derecho y sus instituciones. Ni siquiera habría que agotar los medios disponibles. Se rajan antes, seguro -véase lo del cava, ¿se imaginan a los valerosos ciudadanos de Euskalherria (esos que llevan años viendo morir a sus convecinos sin encontrar razón para dejar de ir de pinchos esa tarde, los que iban a montar la mundial ante la ilegalización de Batasuna) ante la sola posibilidad de que se emplearan los mecanismos de suspensión de la autonomía?, ¿se los imaginan ante la perspectiva, sólo la perspectiva, de que su actitud, por una vez, tuviera un posible efecto negativo, siquiera remoto, en sus vidas diarias?, mucho me temo que les iba a durar el patriotismo lo mismo que la kale borroka desde que se les empezaron a cobrar los desperfectos-.
Pero no es el caso. He leído hoy en prensa que nuestro inane presidente del Gobierno, en un alarde de estulticia sin precedentes, ha dicho (espero que no sea cierto) que la forma de parar el plan es "ganar las elecciones al PNV". Supongo que, dado el agilipollamiento generalizado, habrá quien aplauda con las orejas y afirme que, en efecto, esa es la vía. De hecho, esa es la vía del PSE, el contraplán.
Volvemos a lo de siempre. Si eso es cierto, se demostrará que el Sr. Zapatero no ha entendido nada. En las elecciones concurren propuestas políticas diferentes, sí. Y podría confrontarse al proyecto de Ibarretxe otro proyecto alternativo, sí. Pero es que el plan Ibarretxe ya no es un proyecto. Es un acto jurídico firme de una institución del Estado, cual es el Parlamento Vasco. Un acto jurídico inconstitucional y que, por ende, debe ser inmediatamente expulsado del ordenamiento mediante la impugnación ante el Tribunal Constitucional.
Lo que acabo de escribir, aunque suene crispante (horror, horror), no es opinable, no es contingente. Es la ley. Y la ley está para ser cumplida. Las propuestas inconstitucionales no se debaten, ni se discuten. Tampoco se echan carreras para dirimir su validez, ni se libran duelos al sol. Se llevan al TC, se suspenden y se declaran nulas.
El paso siguiente es un referéndum ilegal. A mí no me cabe duda de que Ibarretxe lo convocará. ¿Qué hará ZP?, ¿convocar otro?, ¿participar propugnando el no? El esperpento puede alcanzar cotas inimaginables.
Pedimos sólo el mínimo elemental a que tiene derecho un ciudadano: que las leyes se apliquen. Pero está visto que es mucho pedir.
Nada, o poco, habría que temer de ellos si pudiéramos confiar en nuestro estado de derecho y sus instituciones. Ni siquiera habría que agotar los medios disponibles. Se rajan antes, seguro -véase lo del cava, ¿se imaginan a los valerosos ciudadanos de Euskalherria (esos que llevan años viendo morir a sus convecinos sin encontrar razón para dejar de ir de pinchos esa tarde, los que iban a montar la mundial ante la ilegalización de Batasuna) ante la sola posibilidad de que se emplearan los mecanismos de suspensión de la autonomía?, ¿se los imaginan ante la perspectiva, sólo la perspectiva, de que su actitud, por una vez, tuviera un posible efecto negativo, siquiera remoto, en sus vidas diarias?, mucho me temo que les iba a durar el patriotismo lo mismo que la kale borroka desde que se les empezaron a cobrar los desperfectos-.
Pero no es el caso. He leído hoy en prensa que nuestro inane presidente del Gobierno, en un alarde de estulticia sin precedentes, ha dicho (espero que no sea cierto) que la forma de parar el plan es "ganar las elecciones al PNV". Supongo que, dado el agilipollamiento generalizado, habrá quien aplauda con las orejas y afirme que, en efecto, esa es la vía. De hecho, esa es la vía del PSE, el contraplán.
Volvemos a lo de siempre. Si eso es cierto, se demostrará que el Sr. Zapatero no ha entendido nada. En las elecciones concurren propuestas políticas diferentes, sí. Y podría confrontarse al proyecto de Ibarretxe otro proyecto alternativo, sí. Pero es que el plan Ibarretxe ya no es un proyecto. Es un acto jurídico firme de una institución del Estado, cual es el Parlamento Vasco. Un acto jurídico inconstitucional y que, por ende, debe ser inmediatamente expulsado del ordenamiento mediante la impugnación ante el Tribunal Constitucional.
Lo que acabo de escribir, aunque suene crispante (horror, horror), no es opinable, no es contingente. Es la ley. Y la ley está para ser cumplida. Las propuestas inconstitucionales no se debaten, ni se discuten. Tampoco se echan carreras para dirimir su validez, ni se libran duelos al sol. Se llevan al TC, se suspenden y se declaran nulas.
El paso siguiente es un referéndum ilegal. A mí no me cabe duda de que Ibarretxe lo convocará. ¿Qué hará ZP?, ¿convocar otro?, ¿participar propugnando el no? El esperpento puede alcanzar cotas inimaginables.
Pedimos sólo el mínimo elemental a que tiene derecho un ciudadano: que las leyes se apliquen. Pero está visto que es mucho pedir.
2 Comments:
Cierto. Acabas de analizar con exactitud una deleznable actitud partidista del PSOE ante uno de los graves problemas de España. Si utilizasen las armas del Estado de Derecho, es decir, si lo llevasen al TC, ¿qué mensaje le lanzan a ERC?, ¿seguiría tras ello ERC apoyando al PSOE en el Gobierno? No interesa España, solo el mantenerse en el poder. Al precio que sea.
Felipe.
By Anónimo, at 12:17 p. m.
Una mínima corrección. Utilizar Euskalherría en lugar de Euskadi es hacerle el caldo gordo a los nacionalistas. Euskadi es término político para designar al Pais Vasco/Vascongadas; las tres provincias. Euskalherría es un término cultural que engloba a las siete provincias con influencia cultural vascona. Cuando el nacionalismo fracasó en su intento de "anexión" de Navarra a Euskadi, empezaron a utilizar políticamente el término cultural Euskalherría, que incluye a Navarra. No les hagamos el juego.
Felipe.
By Anónimo, at 12:21 p. m.
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