FERBLOG

domingo, abril 13, 2008

EL CASO AGUIRRE

Se conoció el nuevo gobierno, y me disculparán si despacho el asunto con un par de párrafos, por dos motivos: el primero, porque ante el nombramiento de un nuevo ejecutivo casi siempre debe imponerse la prudencia, al menos en lo que se refiere a la valoración individual de cada uno de sus integrantes –aunque en el caso que os ocupa, pueda excusarse la duda, ante la evidencia de que se trata de los mismos y nefastos personajes-; el segundo, porque lo que tengo que decir creo que ya está dicho por otros, y no se me ocurre mucho más. La formación del gabinete es, sin duda, la decisión de más calado que debe tomar el Presidente del Gobierno. Es más, si es una persona inteligente, una cierta dosis de sabiduría en el trance podrá llevarle a elevarse muy por encima de sus limitaciones, eligiendo un equipo capaz. Al formar un consejo de ministros se debe atender, y se atiende, a una pluralidad de fines –algunos de ellos totalmente ajenos a la gestión-, pero el primordial es intentar colocar a las mejores personas que uno sea capaz de encontrar para cada tarea, barajando nombres y competencias en aras de una mejor gobernación.

Pues bien, es a todas luces evidente –o, a mí, así me lo parece- que Zapatero ha colocado, una vez más, sus ganas de provocar y epatar, sus ganas, precisamente, de que se escriban comentarios como éste, muy por delante de consideraciones puramente gerenciales y de búsqueda de una eficaz gestión. No hay, ya digo, por qué insistir mucho sobre esto. En todo caso, a medida que se van cumpliendo los hitos del calendario y al evanescente discurso de investidura sucede el anuncio del gobierno que cabía esperar, como es lógico, sucede lo razonable: el socialismo gobernante prosigue por los senderos que le han conducido a la victoria, dando a su público doble ración de aquello que desea. Si, en 2012, hay nueva victoria electoral, el respetable, además de ministerio de igualdad, tendrá también otro de fraternidad, por supuesto. ¿Por qué demonios van a cambiar, si esta más que probado que al público le encanta?

El interés político está, creo, más bien a estribor. Y seguirá estando ahí unos cuantos meses. Retomo, entonces, el hilo de la semana pasada y, tal como me comprometí con alguno de mis lectores más amables, abordo el “affaire Espe”. Sin duda, el asunto que más me llama la atención de cuantos salpican la actualidad.

Aunque es disculpable que haya quien piense lo contrario, uno no es demasiado iluso y, por tanto, lo del entusiasmo y apoyo a ultranza concedidos a un político, a cualquiera, me parecen un signo de escasa sensatez. Si para algo no están hechos los políticos es para los pedestales. Anticipo el matiz para que se entienda lo que quiero decir si, al tiempo, me declaro aguirrista –cosa que tampoco sorprenderá a quienes sean habituales de la casa-. Dicho de otro modo, si tengo que elegir un político que me interese en el campo de la Derecha, sin ningún género de dudas, ese político sería Esperanza Aguirre. Tampoco descubro nada si digo que la raíz de ese interés reside en sus proclamadas ideas.

Sé de sobra que Esperanza Aguirre, en su quehacer político, no siempre hace honor a su credo liberal, y yo mismo le he criticado algunas cacicadas de órdago. Pero no voy a negar que, por un lado, su labor política me merece un juicio globalmente positivo y, sobre todo, que no veo por qué no es posible hacer esta disociación entre dichos y hechos, por otra parte tan habitual cuando se trata de políticos de izquierdas (como bien sabía nuestro añorado Revel, a un político de derechas se le juzga por sus obras, a uno de izquierdas, solo por sus intenciones). Aguirre no es siempre fiel a sus ideas, cierto, pero eso no significa que no las tenga y, sobre todo, las proclama, habla de ellas, cosa insólita en un político de la Derecha española. De entrada, es la única responsable política del PP que se autoadscribe sin empacho a una familia ideológica –la liberal-; cosa que no conoce equivalente en sus compañeros democratacrisitianos, por ejemplo.

Esperanza Aguirre tendrá sus ambiciones personales, sin duda –y, si se me pregunta, diré que me parecería una excelente candidata a las próximas generales, pero esto es secundario- y no creo que su invitación sea desinteresada, pero no cabe la menor duda de que su sugerencia, primero, de hacer una discusión abierta de la situación y, segundo, de elaborar un discurso con carga ideológica son de extremo interés en la acera de la Derecha. Creo no equivocarme si digo que Aguirre ha entendido perfectamente –y así se atreve a proclamarlo- algo que dicta el sentido común pero, por alguna razón, es un tabú en el PP: que la Izquierda ha de ser combatida y vencida en el terreno de las ideas.

Porque eso, y solo eso, es ganar de veras un espacio político.

Es llamativo que, a lo largo de la legislatura, el PP le ha dicho al socialismo gobernante, prácticamente, de todo. Incluso cosas desproporcionadas e injustas. Pero nunca, insisto, nunca, ha pretendido plantar cara al PSOE en un terreno netamente ideológico. Como si lo llevaran en el código genético, los voceros del PP rehúyen de inmediato todo concepto abstracto con el que se topan. Son el partido del “llegar a fin de mes”, objetivo sin duda encomiable, pero de escaso alcance.

Aguirre no parece ser así. Cuando explica, por ejemplo, el porqué de su acción de gobierno en la Comunidad de Madrid, suele hacerlo en términos de ideas. No proclama, por ejemplo, que su objetivo sea hacer de Madrid la comunidad más rica de España. Eso, en todo caso, debería ser –de hecho, es- mera consecuencia de lo que sí es su objetivo proclamado: hacer de Madrid un espacio de libertades individuales, en el que la acción gubernamental se reduzca al mínimo. Por supuesto, la jauría progre ladra, la odia, la desprecia… pero a ella no parece importarle en exceso. Se siente cómoda en la confrontación, y es posible que no se crea lo que dice, pero, desde luego, no lo parece. Aguirre no le reconoce a la Izquierda ninguna superioridad en ningún terreno, absolutamente en ninguno. Y es posible que, si eso se hace con convicción, la Izquierda aparezca en su verdadera dimensión.

Puede que la mayoría del PP no comulgue con esos puntos de vista. Es posible que PP no esté, en realidad, conforme con un modelo liberal. Es posible que la médula del partido esté mucho más cerca de otras tradiciones. Pero, al menos, debería avenirse a discutirlo. No creo que le hiciera ningún daño, sinceramente. Hasta es posible que, a la vista de, cuando menos, un amago de democracia interna, cierta opinión extendida sobre el PP comenzara a cambiar. Algunos ya le están reprochando a Aguirre que haya jorobado la posibilidad de un congreso a la búlgara, que es como gustan en los partidos españoles. Es muy probable que, al final, tengan el congreso que quieren… pero harían bien en tomar en consideración alguna de las cosas apuntadas por la Presidenta de la Comunidad de Madrid, o me temo que el siguiente congreso pueda no ser a la búlgara sino refundacional y con debate intenso.

(Coda: al parecer, tanto en Francia como en España, se está organizando un movimiento para salvar de la extinción al punto y coma (;). La anglosajonización que todo lo invade está relegando al olvido la elegante y muy latina combinación de punto y virgulilla. Parece que los bárbaros del norte son de frase corta y, claro, los signos de puntuación les sobran casi todos. Como dice Gregorio Salvador, él usa punto y coma cuando el punto le sobra y la coma se le queda corta… Al paso que vamos, nos puede acabar viniendo ancha hasta la coma misma.)

3 Comments:

  • ¿ Pero te crees que eso le puede interesar a alguien ?

    Aquí lo que nos mola es la pelea entre Iracundo y Valín

    Marcial

    By Anonymous Anónimo, at 9:10 p. m.  

  • Excelente intervención de Marcial, jajaja.

    Gracias por las gracias; y vamos al asunto. Con sinceridad, es obvio que en este país (y en este foro -RL- muy particularmente) se está a la greña día sí día también con "eso del liberalismo", con si fulanito o menganito son liberales. Como creo encontrarme con un auténtico liberal, muy capaz por lo demás, no voy a entrar en cuestionamientos doctrinarios... pero, ¿en qué sentido es Esperanza Aguirre liberal? Lo digo precisamente por sus credenciales (las suyas, Fer), porque estoy convencido que para usted el liberalismo no se reduce a la rebaja del impuesto de sociedades o la disminución hasta el infinito del volumen de los PGE(-s). Y es que ésas son las únicas políticas liberales (lo son sin duda) que le escucho a Esperanza Aguirre, sin dejar de reconocer que la firmeza de sus -aparentes- convicciones es algo notable que podría encajar muy bien con un esa actitud que la derecha española viene expresando como "sin complejos" propia, acaso, del liberalismo.

    En fin, vi por dos veces esta semana una entrevista a José Oneto en Cara a cara (CNN+) en la que aparte de poner a parir, vamos, como se merecen, a los dos grandes partidos por la legislatura pasada. Sobre lo tocante decía algo como que "el liberalismo, que ayudó mucho durante la Transición a formar una clase política democrática en nuestro país, que podría estar representado por figuras como Garrigues, ..., ... [...] una corriente que no tiene partido pero que seguramente estaría hoy dentro del PP [...] si el liberalismo es Federico Jiménez Losantos apaga y vámonos, ¿no?". En realidad el problema es más ése, que el liberalismo de Esperanza es el de Losantos, al menos así lo percibo yo y, me temo, la mayoría de los que desde antes de ayer se dicen "liberales". Decía también que "ahora nos hemos enterado de que Esperanza Aguirre no estaba de acuerdo con el programa electoral del PP redactado pro Juan Costa [...] revestir como confrontación ideológica lo que es una ambición personal, legítima, me parece una broma de mal gusto". La verdad que lo mismo pienso yo y, por otro lado, no veo a Aguirre como Presidente del Gobierno: no creo que ganara unas elecciones jamás.

    Saludos

    By Blogger Fritz, at 5:27 a. m.  

  • ¿Qué las elecciones se gana en el terreno de las ideas? Me parece que se sobrevalora a la opinión pública. Estos es imagen.
    La "derechona" tiene que intentar serlo algo menos, sobre todo soltar lastre por el lado clerical.
    Y Aguirre no es buena candidata porque tiene la imagen de niña rica de papá a la que los obreros le importan un pimiento.
    Y digo la imagen. Por eso Rajoy, en esa línea de no soy nada en concreto y todo a la vez, ya liberado del pasado y con un equipo nuevo podría ser algo más asumible, aun sin ideas.
    Si se quieren ganar las elecciones digo

    By Blogger Peter, at 5:21 p. m.  

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