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domingo, marzo 02, 2008

POST 9M: DESEOS Y PREVISIONES

El diario El País da hoy ganador al PSOE por unos exiguos cuatro puntos. Cuatro o cinco puntos porcentuales es la hipótesis más favorable a los socialistas en casi todos los sondeos que han ido apareciendo, en el caso más desfavorable, esa ventaja se reduce a uno y medio, dos como mucho. Hay también encuestas, muy pocas, que dan ganador al PP. Al caso, todo apunta a una reedición, más o menos corregida, del Parlamento recién disuelto. Gane quien gane, necesitará apoyos.

Y además, claro, cabe descartar la más racional de las opciones, que es que ese apoyo, en las cosas de comer, al menos, se lo proporcionaran el uno al otro.

Digo, “lo más racional” porque estoy convencido de que los consensos transversales de este país están dañados, pero no rotos del todo. Creo que un cierto entendimiento sería muy bienvenido, cualquiera que fuese el resultado electoral.

Apuesto, y creo no equivocarme, que sería posible encontrar un amplio consenso entre los españoles en torno a las siguientes tres ideas básicas:

La primera, una reforma constitucional, ya imprescindible, con tres objetivos básicos. El primero, establecer un modelo territorial cerrado –quizá no excesivamente distinto del vigente, pero en todo caso estabilizado a largo plazo-, el segundo, un rediseño en profundidad de los mecanismos de gobierno del Poder Judicial, incluyendo en el saco al propio Tribunal Constitucional, revisando las relaciones entre éste y el resto de los Poderes del Estado; y el tercero, realizar los cambios que se precisen en el texto constitucional para hacer posible una reforma electoral.

Porque esa sería la segunda idea básica. Una reforma electoral que acompase el sistema a la realidad política presente, no a la de hace treinta años. No se trata pura y simplemente de ajustar la representación de minorías nacionalistas a su representatividad y de aumentar la proporcionalidad, que también, sino de poner al día el sistema en su conjunto. El cómo es discutible, y puede haber soluciones técnicas diversas.

Ambas cosas resultan necesarias, porque el paso del tiempo ha ido evidenciando carencias del modelo surgido de la transición, como es perfectamente lógico y sin que esto suponga disminuir en modo alguno la trascendencia de aquel momento. Es más, podría decirse que la reforma es la única vía, precisamente, para que el espíritu de aquella hora, el espíritu que animó la España constitucional y moderna, siga vigente.

La tercera idea básica sería la de una reforma del sistema educativo, con visos de permanencia, a través de una gran ley nacional que, sobre las bases de los principios de esfuerzo y mérito, estableciera un currículo único para todo el Estado. La educación y la evaluación deben ser las competencias estatales por excelencia, en tanto que fórmulas básicas para garantizar la igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional. El español, como lengua común, debería desempeñar un papel crítico en este proceso.

Una legislatura que sentara las bases de tres reformas en este sentido sería absolutamente provechosa. Y, ya digo, creo que sería relativamente fácil construir consensos al respecto. La mayoría sensata podrá ser silente, pero es mayoría y es sensata.

Vamos ahora del terreno de los deseos al terreno de las realidades. ¿Es previsible que empiecen a darse pasos en el sentido que acabo de apuntar? Lo cierto es que no. Con toda probabilidad, la aritmética no va a ayudar, eso es claro, pero no creo que ése vaya a ser el problema fundamental. En problema básico es que las cúpulas dirigentes de los partidos mayoritarios, muy especialmente el PSOE, no están por la labor.

El poder aplaca los afanes reformistas, por la sencilla razón de que quien gana no puede menos que dar por buena la estructura que lo aupó. Es posible que mucha gente en el PSOE comparta, más o menos, las ideas que acabo de exponer, incluso es posible que, en su misma dirigencia, haya quien pudiera estar por la labor. Pero todo objetivo, me temo, se pospondrá a otro prioritario, que es el de garantizarse la hegemonía total y absoluta en el mapa político español, el de conjurar, de una vez y para siempre, los peligros de una alternancia que vaya más allá de la anécdota.

Ése seguirá siendo, sin duda, el programa de Zapatero si vuelve a formar gobierno a partir del día 10. ¿Qué hará Rajoy si él es el elegido? Aquí caben más dudas. En todo caso, no hay excesivas garantías. Lo previsible es, por tanto, más de lo mismo.

5 Comments:

  • Desengáñate, si Z volviese a ganar, aun por sólo cuatro puntos porcentuales, habría mucho más de lo mismo pero con mayor desfachatez y profundidad. Secesionismo rampante, rendición ante ETA, Navarra entregada a los secesionistas vascos, persecución de la poca prensa y radio no controlada por ellos y aun peor acabar hundiendo al país en una opresión socialista en lo económico cuyo resultado solo ahora empieza a vislumbrarse con los mayores aumentos de paro e inflación de Europa y el mayor déficit comercial del mundo civilizado.

    By Blogger Liberal Hispano, at 3:31 p. m.  

  • Eso es, votemos todos al PSOE o pasemos de votar y tengamos mucha fe en que ZP se modere. Y de paso, siguiendo las sabias instrucciones de El País y de Fer, mejor no ver el debate de mañana, porque con uno basta.
    Y Gallardón for President, supongo.

    By Blogger Libertymad, at 3:42 p. m.  

  • Tus dudas de los últimos días son las mías. Por cierto, te veo mucho más relajado. Buena señal (no sé si será resignación ante la derrota y, por tanto, dejar volar el romanticismo).

    By Blogger Peter, at 12:41 a. m.  

  • mucho más de lo mismo

    By Blogger AlejandroAlmau, at 7:54 p. m.  

  • No deberia haber ganado otra vez zapatitos porque nos esta abocando a la ruina mas miserrima. saludos

    By Anonymous Anónimo, at 9:24 p. m.  

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